Desde la llegada y gracias a un recibimiento muy cálido ya te das cuenta de que estás en un sitio diferente ya que recibes un trato exquisito en todo momento.

Luego tuvimos la oportunidad de charlar con Alvaro García Torres quien nos explicó el concepto del hotel y todas sus características. Se ve que ama su trabajo y lo sabe transmitir. Un 10 para él.

Otra de las cosas que descataría serían sus restaurantes. Tuvimos la oportunidad de cenar en The View y tomar una sangría con cava en The Cone. Ambos muy recomendables. Sobre todo la cena, ya que la comida era muy variada y original. El desayuno también es espectacular: tortitas, jamón, quesos, aguacate, zumos detox, bowls, todo tipo de frutas, panes de cerales, pipas, nutella para los golosos, etc. Si eres de buen comer (como yo) puedes ponerte puo sin remordimientos.

Por si fuera poco, tiene una piscina infitiny donde puedes relajarte contemplando unas de las mejor vistas de la isla. Además, si eres aficionado al fitness (como yo), tienes la oportunidad de ir a clases aeróbicas o de disfrutar del gimnasio del hotel.

Este hotel lo tiene todo, me cachis. Lo recomendamos encarecidamente.